Prevención de caídas

La prevención de las caídas puede no parecer un tema divertido, pero es importante. A medida que se envejece, los cambios físicos y las condiciones de salud -y a veces los medicamentos utilizados para tratar esas condiciones- hacen que las caídas sean más probables. De hecho, las caídas son una de las principales causas de lesiones entre los adultos mayores. Aun así, el miedo a las caídas no tiene por qué gobernar tu vida. En su lugar, considere seis sencillas estrategias de prevención de caídas. Haga clic en el siguiente enlace para revisarlos.

Seis consejos para prevenir una caída

Comience su plan de prevención de caídas pidiendo una cita con su médico. Esté preparado para responder a preguntas como:

  • ¿Qué medicamentos está tomando? Haga una lista de sus medicamentos y suplementos recetados y sin receta, o llévelos a la cita. Su médico puede revisar sus medicamentos para detectar efectos secundarios e interacciones que puedan aumentar el riesgo de caídas. Para ayudar a prevenir las caídas, su médico puede considerar la posibilidad de sustituir ciertos medicamentos por otros que tengan menos probabilidades de provocarlas.
  • ¿Te has caído antes? Anote los detalles, incluyendo cuándo, dónde y cómo se cayó. Prepárate para hablar de los casos en los que estuviste a punto de caerte pero alguien te atrapó o lograste agarrarte a algo justo a tiempo. Detalles como estos pueden ayudar a su médico a identificar estrategias específicas de prevención de caídas.
  • ¿Pueden sus condiciones de salud provocar una caída? Algunos trastornos oculares y auditivos pueden aumentar el riesgo de caídas. Prepárate para hablar de tus problemas de salud y de lo cómodo que te sientes cuando caminas; por ejemplo, ¿sientes algún mareo, dolor en las articulaciones, entumecimiento o falta de aliento cuando caminas? Su médico puede evaluar también su fuerza muscular, su equilibrio y su forma de caminar (andar).

La actividad física puede contribuir en gran medida a la prevención de las caídas. Con el visto bueno de su médico, considere la posibilidad de realizar actividades como caminar, ejercicios acuáticos o tai chi, un ejercicio suave que implica movimientos lentos y elegantes similares a la danza. Estas actividades reducen el riesgo de caídas al mejorar la fuerza, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.

Si evita la actividad física porque teme que haga más probable una caída, dígaselo a su médico. Es posible que le recomiende programas de ejercicios cuidadosamente controlados o que le remita a un fisioterapeuta. El fisioterapeuta puede crear un programa de ejercicios personalizado destinado a mejorar el equilibrio, la flexibilidad, la fuerza muscular y la marcha.

Considere la posibilidad de cambiar su calzado como parte de su plan de prevención de caídas. Los tacones altos, las zapatillas de casa y los zapatos con suela resbaladiza pueden hacer que te resbales, tropieces y te caigas. También lo puede hacer el hecho de caminar con los pies en las medias. En su lugar:

  • Mídase los pies cada vez que compre zapatos, ya que el tamaño del pie puede cambiar.
  • Compre zapatos resistentes que le queden bien, con suelas antideslizantes.
  • Evite los zapatos con suelas muy gruesas o tacones altos.
  • Elige zapatos con cordones en lugar de zapatillas, y mantén los cordones atados. Si te cuesta atarte los cordones, elige un calzado con cierres de tela.
  • Si eres una mujer que no encuentra zapatos suficientemente anchos, prueba con los de hombre.

Echa un vistazo a tu casa. El salón, la cocina, el dormitorio, el baño, los pasillos y las escaleras pueden estar llenos de peligros. Para que su casa sea más segura:

  • Retire cajas, periódicos, cables eléctricos y telefónicos de los pasillos.
  • Retire las mesas de centro, los revisteros y los soportes para plantas de las zonas de mucho tránsito.
  • Asegure las alfombras sueltas con cinta adhesiva de doble cara, tachuelas o un soporte antideslizante, o retire las alfombras sueltas de su casa.
  • Repare de inmediato las tablas de madera y las alfombras sueltas.
  • Guarde la ropa, la vajilla, la comida y otras necesidades al alcance de la mano.
  • Limpie inmediatamente los líquidos, la grasa o los alimentos derramados.
  • Utilice cera antideslizante para suelos.
  • Utilice alfombras antideslizantes en la bañera o la ducha.

Mantenga su casa bien iluminada para evitar tropezar con objetos difíciles de ver. Además:  

  • Coloca luces nocturnas en tu dormitorio, baño y pasillos.
  • Coloca una lámpara al alcance de tu cama para las necesidades de media noche.
  • Haga caminos claros hacia los interruptores de la luz que no estén cerca de las entradas de las habitaciones. Considere la posibilidad de cambiar los interruptores tradicionales por los que brillan en la oscuridad o los iluminados.
  • Encienda las luces antes de subir o bajar las escaleras.
  • Guarde las linternas en lugares fáciles de encontrar en caso de cortes de energía.

El médico puede recomendar el uso de un bastón o un andador para mantener la estabilidad. Otros dispositivos de asistencia también pueden ayudar. Por ejemplo:

  • Barandillas para ambos lados de las escaleras
  • Peldaños antideslizantes para escalones de madera desnuda
  • Un asiento de inodoro elevado o con reposabrazos
  • Barras de sujeción para la ducha o la bañera
  • Un asiento de plástico resistente para la ducha o la bañera, además de una boquilla de ducha manual para bañarse sentado

Fuente: Clínica Mayo