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Del consultorio al hogar: un camino hacia un mejor cuidado de salud

En 2018, en Aetna se lanzó un programa innovador para abordar los factores sociales y de conducta que contribuyen a la aparición de enfermedades graves y que, en consecuencia, generan un aumento en los costos del cuidado de salud. Una parte central del programa son los administradores de cuidado locales, que forman parte de las comunidades donde prestan servicios. Esta es la historia de una paciente de alto riesgo que, con la ayuda de su administradora de cuidado del programa de Cuidado Comunitario de Aetna, transformó su salud.

 

Dos décadas después de que le diagnosticaran diabetes, Iliana Centeno empezó a perder la vista, y los riñones le empezaron a fallar. No entendía por qué. Con 71 años, sigue trabajando y teniendo una vida activa; por eso, le resultaba difícil entender la relación que había entre estos problemas nuevos y la diabetes.

 

“Tomaba los medicamentos y pensaba que estaba comiendo bien”, expresa Iliana. “Pero no sabía qué más tenía que hacer para cuidarme”.

 

Iliana no es la única: más de la mitad de los estadounidenses padecen problemas de salud crónicos, como diabetes, enfermedades cardíacas u obesidad. Sin embargo, hoy en día, el tiempo que tienen los médicos para dedicarles a los pacientes es limitado, y posiblemente los pacientes necesiten un apoyo más constante que el que se puede brindar en una visita al médico.

 

Parte del problema es que, con el modelo de pago por servicio de los EE. UU., no se paga a los proveedores de cuidado de la salud para que presten servicios de apoyo para el bienestar general y servicios de cuidado preventivo. De hecho, los servicios que contribuyen al bienestar (como el asesoramiento nutricional, los programas de ejercicio y los servicios de salud mental), en gran parte, están separados del sistema de cuidado de salud. Por eso, son de difícil acceso para muchas personas.

Desde que Iliana Centeno empezó a ver una vez por semana a Maria Silva‑Esquivel, enfermera local administradora de cuidado, entiende mejor cómo controlarse la diabetes y otras afecciones.

 

Sin embargo, hoy en día, se vislumbra un nuevo modelo de cuidado de salud centrado en mantener sanas a las personas y no en tratar enfermedades específicas.

 

“En la industria del cuidado de salud, el paso del ‘cuidado de la enfermedad’ al ‘cuidado preventivo’ ha llegado a un punto de inflexión: ya no es un ideal, es la norma”, dice Karen Lynch, vicepresidenta ejecutiva de CVS Health y presidenta de Aetna. “Las fuerzas externas, incluidos los costos del cuidado de salud cada vez más altos, la mayor complejidad de la tecnología y del análisis predictivo de datos, y el cambio en las expectativas de los consumidores afianzarán la transformación de la industria. Sin embargo, el éxito de la transformación se basará en el cuidado holístico y localizado”. 

 

Debe brindarse cuidado de salud a las personas antes de que se enfermen

 

A partir de la difícil condición en la que se encuentra la salud de los estadounidenses, queda claro que el cambio es necesario. A pesar de tener el sistema de cuidado de salud más costoso del mundo, los estadounidenses tienen una vida menos saludable y una menor expectativa de vida que los habitantes de la mayoría de los demás países desarrollados. De acuerdo con los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, en 2017, el costo total destinado al cuidado de salud en los EE. UU. fue de $3.5 billones, un elevado 17.9 % del producto interno bruto del país. Este valor equivale a $10,739 por cada estadounidense.

En un modelo eficaz, se reconoce que la buena salud no se reduce a la ausencia de una enfermedad. De acuerdo con un resumen informativo de Kaiser Family Foundation, el cuidado de salud representa solo cerca del 10 % del estado de salud de una persona. Los factores relacionados con la conducta, como fumar, consumir alcohol, llevar una dieta deficiente y ser sedentario, representan el 40 %. Los factores sociales, como los ingresos y el nivel educativo, y los factores ambientales, como el lugar de residencia y el acceso al agua potable, representan el 20 %. La genética determina el 30 % restante.
 

Por este motivo, una mayor inversión en el cuidado médico no contribuye demasiado a la solución de los problemas de salud generalizados que se deben a factores sociales, ambientales y relacionados con la conducta. En un sistema realmente útil para llevar una vida más saludable, se pondría a los estadounidenses en contacto con una amplia gama de servicios de salud y servicios sociales, incluidos administradores de cuidado que respondan sus preguntas y los acompañen en el camino para lograr una mayor vitalidad.

Un enfoque personalizado que lleva el cuidado de salud al hogar

 

El objetivo de este paso hacia la personalización es crear un sistema que no se limite a abordar solo los síntomas que un paciente informa en el consultorio del médico. Este sistema implica una mirada global: desde los antecedentes genéticos y el estado de salud mental de una persona hasta la dieta que sigue, el ejercicio que hace y los objetivos en torno a la salud, incluso factores como el lugar de residencia y el acceso al transporte.

 

“Es difícil centrarse en la salud cuando a uno le preocupa la situación de vivienda. De acuerdo con investigaciones, brindar opciones de vivienda segura puede ayudar a obtener mejores resultados en materia de salud, en particular para quienes tienen afecciones crónicas”, dice el Dr. Garth Graham, vicepresidente del área de impacto y salud en la comunidad de CVS Health y presidente de Aetna Foundation. Los administradores de cuidado suelen ayudar a los miembros a encontrar un refugio o coordinar su transporte hacia las citas con el médico, lo que permite evitar que las personas terminen en la sala de emergencias.

 

Hoy en día, con el modelo de pago por servicio de los EE. UU., no se pagan los servicios preventivos ni la coordinación del cuidado que podrían generar mejores resultados y, en consecuencia, reducir la cantidad de reingresos en el hospital. Sin embargo, muchos proveedores, compañías de seguros y compañías farmacéuticas están probando modelos de cuidado basados en el valor, en los cuales se asocia el pago con resultados positivos, como evitar las internaciones.

 

Para lograr este objetivo, algunos proveedores del cuidado de la salud y compañías de seguros están ampliando la función que desempeñan los enfermeros administradores de cuidado. “Brindamos apoyo para la vida de una persona más allá de las citas con el médico”, dice Amelia Roberts, diplomada en enfermería, enfermera registrada, enfermera pediátrica certificada y coordinadora de cuidados radicada en Washington, DC, quien administra el sitio web The Business of Nursing. “Como los modelos de pago van hacia la prevención de las enfermedades y la hospitalización, la función está más definida”.

 

En el programa de Cuidado Comunitario de Aetna, por ejemplo, se emplean enfermeros administradores de cuidado, trabajadores sociales y personal que brinda educación en salud que viven cerca de los habitantes y entienden a sus comunidades. Pueden ir al domicilio de las personas para interactuar con ellas y, así, llevar la conversación que se mantenía en el consultorio a sus hogares. Si un médico observa que un tratamiento no funciona, el enfermero local administrador de cuidado puede hacer un seguimiento y conocer a la persona en su ámbito para determinar por qué no se obtienen los resultados esperados.

 

Cada unidad local cuenta con el apoyo de un equipo multidisciplinario de farmacéuticos, dietistas registrados y especialistas en salud mental que trabajan junto con el administrador de cuidado para abordar las necesidades del paciente de forma holística, teniendo en cuenta el aspecto médico, el social, el financiero y el emocional. El equipo trabaja en estrecha coordinación con los médicos a fin de apoyar un plan de tratamiento personalizado para el paciente y los cuidadores.

Gracias a los avances en la tecnología, las personas tendrán un contacto más frecuente y conveniente con sus médicos y enfermeros administradores de cuidado, incluso a la distancia. Las personas podrán tener consultas con sus médicos y administradores de cuidado de forma rápida y remota, sin tener que viajar ni faltar al trabajo cada algunos meses para asistir a una cita. Mientras tanto, los dispositivos portátiles de seguimiento de la salud o las soluciones específicas para una enfermedad, como los monitores de glucemia implantables, pueden brindar información sobre la salud en tiempo real, más allá del panorama general que se obtiene al controlar a los pacientes en un entorno clínico. Así los médicos y los pacientes pueden elaborar planes de tratamiento más personalizados y eficaces.

 

Estos avances tienen un beneficio agregado: reducir los costos del cuidado de salud. De acuerdo con un estudio realizado por Vitality Group, el mero uso de dispositivos portátiles de seguimiento de la salud podría reducir los costos hospitalarios en hasta un 16 %.

Nuestros socios nos acompañan en el camino hacia una salud mejor

Empoderar a los equipos de cuidado personal locales para que aborden las necesidades de salud y las necesidades sociales de los pacientes es la clave para que tanto los pacientes como sus familias obtengan mejores resultados. “Este enfoque, junto con poner a los pacientes en contacto con recursos de la comunidad capaces de sortear algunos de los obstáculos para que puedan recibir un buen cuidado, constituye una fórmula eficaz para lograr una mejora en la calidad clínica y en la calidad de vida”, afirma Jean Bisio, enfermera registrada y vicepresidenta del área de administración corporativa del cuidado en Aetna.

 

Por ejemplo, si un hombre se siente deprimido o aislado después de que le diagnostican cáncer de próstata, el enfermero administrador de cuidado puede ponerlo en contacto con un terapeuta o un grupo de apoyo.

A Maria le encanta visitar a los pacientes, como Iliana, para brindarles información sobre cómo pueden controlar su salud día a día.

 

“Tenemos que probar algo distinto”, dice el Dr. Mark Calderon, director médico de la organización responsable por el cuidado de la salud Atlantic y de Optimus Healthcare Partners. “A los médicos, tradicionalmente, no les enseñaban aptitudes de administración del cuidado en la facultad de medicina; sin embargo, a medida que los médicos de cuidado primario aceptan más contratos basados en el valor, esas aptitudes, como la manera de abordar los determinantes sociales de la salud, deben aprenderse”.

 

A través del programa de Cuidado Comunitario de Aetna, Maria Silva‑Esquivel, una enfermera local administradora de cuidado, se puso en contacto con Iliana para ayudarla a controlar la diabetes y otras afecciones.

 

“Lo primero que hice fue darle un glucómetro adecuado, uno que ella pudiera leer a pesar de sus problemas visuales”, expresa Maria. “Pero le resultaba difícil usarlo, así que le enseñé a su hermana para que pudiera ayudarla. Ahora, la Sra. Centeno puede controlarse el nivel de azúcar en sangre cuando quiera”.

 

Maria inscribió a Iliana en una clase de educación sobre la diabetes y la puso en contacto con un nutricionista, quien la ayuda a incorporar cambios en su dieta. Además, cuando Iliana explicó que no le gustaba salir de su casa por las noches, Maria hizo los arreglos necesarios para obtener el plan de estudios de la clase, para que ella e Iliana pudieran revisarlo juntas en la casa de Iliana.

 

Iliana cuenta que el simple hecho de que escucharan sus inquietudes y le brindaran las herramientas y las soluciones que necesitaba marcó la diferencia. “Siempre pensé que estaba comiendo bien y que me estaba cuidando, hasta que vi lo alto que era ese valor [el de glucemia]”, dice Iliana. “Gracias a Maria, ahora entiendo cómo todo está relacionado y, finalmente, puedo controlar el nivel de azúcar en sangre. Estoy agradecida a todos los profesionales que participan en mi cuidado”.

 

Imágenes: ilustración realizada por Script & Seal; fotografía tomada por T Brand Studio

Fuentes: CDCCDW Healthcare, Aetna, New England Journal of Medicine, CMS y Health Affairs

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