Ron Pauline cuida el huerto comunitario de Jacksonville.
Ron espera que el huerto siga existiendo cuando él no esté. Después de una década, oficialmente le pasará la posta a 2nd Mile. La organización sin fines de lucro se encargará del mantenimiento del huerto, coordinará a los voluntarios, distribuirá los vegetales y desarrollará programas para los niños locales. “Es un lugar inmaculado y me gustaría que siempre continúe siéndolo”, comenta Ron, quien quiere que los futuros voluntarios amen el proyecto y amen también a los niños, tanto como él.
Ron comparte su opinión sobre cómo mejorar la salud de las futuras generaciones en Jacksonville y sobre cómo será la siguiente fase de su vida.
P.: ¿Cómo fue que se interesó por la horticultura?
R.: Estuve rodeado de cultivos toda mi vida. Desde que tenía 5 años, tenía tareas asignadas en el jardín con las flores de mi madre y tenía que mantener el seto de bambú del lateral de la casa bien podado. Mi tío también vivía en las afueras de la ciudad y cultivaba muchos vegetales, y yo lo ayudaba. Mi madre y mis familiares tenían jardines hermosos; y yo soy muy muy exigente en ese aspecto.
P.: ¿Cómo fue que un pasatiempo se convirtió en su ocupación?
R.: En la década de 1980, fui director ejecutivo de la Aurora St. Anthony Neighborhood Development Corporation, en St. Paul, Minnesota. Me dediqué a eso durante 20 años. Construimos y renovamos algunas viviendas, pero nuestro objetivo era ayudar a mejorar la estética del vecindario. Creamos tres jardines en la zona, en lotes vacíos que donó el municipio. Y, después de ocho años de hacer presión, logramos que el municipio tirara abajo un gran teatro que arruinaba la zona, y nos rentó el lote por $1 al año. Con el tiempo, pusimos allí un mercado de productores. No embellecimos solo esa esquina donde estaba el mercado de productores, sino todo el vecindario. Todos comenzaron a plantar flores en sus jardines.
P.: ¿Cómo comenzó el huerto Metro North Garden en Jacksonville?
R.: Me pidieron que iniciara una asociación vecinal cuando me mudé aquí, a Jacksonville, en el año 2000. En el lote donde hoy está el huerto, había una casa que se incendió. El municipio compró el lote y lo donó a nuestro grupo, la Metro North Community Development Corporation, donde yo era director ejecutivo. Comenzamos el huerto en 2007. Al principio, recibimos algo de dinero para hacer las obras más importantes, como instalar el sistema de riego. Y lo hemos mantenido desde entonces.
P.: ¿Por qué invitar a los niños a trabajar en el huerto?
R.: Lo llamamos “huerto nutritivo”, porque lo usamos para enseñar a adultos y niños a cultivar alimentos. Es un huerto pequeño. Me gusta trabajar con niños porque vivimos hoy en una sociedad muy compleja, pero un huerto es muy simple: colocas la semilla en la tierra. La riegas. Quitas las malas hierbas. Y en unos meses, podrás consumir lo que se has plantado. Me siento muy satisfecho con muchos de los jóvenes que han estado en el programa y que se entusiasmaron con los cultivos.
P.: ¿Cree que enseña más que horticultura a los niños?
R.: ¡Sí! Primero, enseñamos paciencia. Nada crece de la noche a la mañana. Lleva su tiempo, por lo que hay que enseñarles eso. Y, de la forma en que mantenemos el huerto, enseñamos estética. Es muy muy importante que todo quede atractivo, interesante. Si no lo hacemos, se convierte en algo que afea el vecindario, algo horrible. Sentido de pertenencia, eso también adquieren, nos preocupa ese tema. No se trata de dónde se vive, sino de cómo se vive. La estética tiene mucho que ver con el nivel de confianza.
P.: ¿Qué resultados ha notado a partir del programa?
R.: Los jóvenes no solo trabajan en el huerto, a algunos, además, les interesa tener uno en casa. Les damos una maceta para que planten algo en casa y lo cultiven. Al menos, de esa manera, tienen acceso a alimentos reales, saludables, y saben cómo producirlos.
P.: ¿Cuál es tu lema personal?
R.: “Al que madruga Dios lo ayuda”. Me levanto entre las 5 y las 6 de la mañana. Mientras más temprano se reúna con alguien, mejor. Si encuentro a alguien antes de que se haya tomado esa segunda taza de café, lograré que haga lo que quiero. Con esa táctica, recibí gran colaboración de muchos funcionarios municipales, de proveedores y de residentes: las personas parecen estar más receptivas a las nuevas ideas temprano por la mañana.
P.: ¿Cuál es uno de los hábitos saludables que ha adoptado a lo largo de los años?
R.: Soy de la vieja escuela. A veces, por la mañana, bebo un vaso de vinagre y miel. Se supone que ayuda con la inflamación. Y hago cosas con moderación, no me privo de nada. Crecí comiendo determinados alimentos y, a veces, todavía como manitas, tripa de cerdo y vegetales.
P.: ¿Cuál es su prioridad?
R.: Me jubilé hace siete años. Es la primera vez en mi vida adulta que tengo tiempo para mí, porque siempre estaba haciendo algo. En lo que me queda de vida, espero poder compartir con otras personas todas las experiencias positivas que he tenido.
Ron confía en que el huerto está en buenas manos con 2nd Mile Ministries al mando. Vea el siguiente video para obtener más información sobre el trabajo que hacen 2nd Mile Ministries y otras organizaciones para llevar alimentos saludables a las comunidades de Jacksonville que más los necesitan.