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Provisión de cuidado durante la pandemia
Donna está ocupada con un trabajo de medio tiempo y tres hijos pequeños. Es trabajadora del cuidado de salud y atiende a pacientes con Medicaid todos los días. También es madre de niños que en este momento tienen clases desde su hogar y es la cuidadora de uno de sus padres. Desde que comenzó la pandemia, sus días han sido difíciles y Donna está sobrepasada. “Estoy ansiosa, por no decir algo peor", afirma.
Donna no está sola. Incluso antes de la pandemia, el 36 % de los cuidadores expresaban estar muy estresados. Muchos están agotados, tan agotados que es difícil que puedan dar lo mejor de sí a los demás. Esto puede sucederle a cualquier cuidador, incluidos los trabajadores esenciales, los padres y las personas que cuidan a familiares mayores o discapacitados.
Están ocurriendo muchas otras situaciones estresantes (cierres de escuelas, problemas financieros y poco tiempo para cuestiones personales) y puede ser difícil ocuparse del cuidado personal. Más del 50 % de los cuidadores dicen que un deterioro de su propia salud dificulta la prestación de cuidados a los demás.
Afortunadamente, hay herramientas disponibles que pueden ser útiles. La Biblioteca sobre salud y bienestar que se encuentra en el sitio web de Aetna Better Health® contiene recursos de apoyo para los cuidadores. Se incluyen consejos sobre cómo llevar una dieta saludable, nuevas maneras de mantenerse en forma e información sobre el abuso de sustancias y sobre cómo dejar de fumar.
En Aetna Better Health®, también podemos ayudar a los cuidadores a encontrar servicios de salud mental. Vivien Weiss, una consejera de salud mental habilitada, se dedica a brindar apoyo a los cuidadores. Desde que comenzó la pandemia, trabaja en línea y está atendiendo a muchos nuevos clientes que empezaron a hacer terapia por primera vez. “Este es un momento extremadamente difícil para muchas personas”, dice Weiss. “La mayoría de las personas que no se sienten del todo seguras con la telemedicina o la terapia en línea, se acostumbran rápidamente”. Weiss dice que las sesiones de terapia en línea implican un cambio radical para los cuidadores estresados. “Tengo una clienta que cuida a su padre, que tiene la enfermedad de Alzheimer. Faltaba a las sesiones con frecuencia porque nadie más podía cuidarlo. Pero ahora puede llamar desde su casa y es mucho más fácil”.
Weiss indica que cualquiera de estas son señales de que una persona debe buscar ayuda: impaciencia, sentimiento de soledad o cambios en la alimentación o el sueño. Si el cuidado personal es limitado, las personas pueden beber más alcohol, recaer en malos hábitos o tener enfermedades frecuentes. Si le sucede algo así, un poco de cuidado personal puede ayudarlo a mantenerse saludable y sentirse más tranquilo.
El asesoramiento también es una herramienta importante. Weiss dice que la gente teme que recibir cuidado de salud mental sea una señal de debilidad. Sin embargo, “Yo digo que es una señal de fortaleza. Hacer terapia es como ir al gimnasio: estás fortaleciendo tus músculos emocionales para enfrentar los desafíos que se presentan”.
Un consejero puede ayudarlo a identificar los problemas más difíciles y escuchará su historia. También lo prepararán para el tiempo entre una sesión y otra. “Hablamos sobre qué puede hacer durante la semana, por ejemplo, respirar hondo y recordar nuestras conversaciones la próxima vez que se sienta deprimido para no repetir patrones perjudiciales”.
Tres formas comprobadas de cuidar la salud mental
Obtenga ayuda. Comuníquese con un consejero u otro profesional de la salud mental, especialmente si se siente al borde del abismo.
Póngase en movimiento.
Haga algunos ejercicios sencillos que le levanten el ánimo.
Salga al aire libre.
Camine o disfrute de un momento de tranquilidad al aire libre.
Hay otras rutinas de cuidado personal que los cuidadores pueden probar. Hacer ejercicio durante 10 o 15 minutos puede ayudar a mejorar el estado de ánimo; y los científicos han descubierto que el arte puede ayudar a superar la depresión. Pasar tiempo al aire libre también es bueno, especialmente si estuvo encerrado por la pandemia. Un paseo o un picnic bajo el sol es aún mejor si puede compartirlo con amigos manteniendo una distancia social prudencial. Hay varias medidas sencillas que puede tomar para sentirse contento.
Para Donna, salir de su casa fue un punto de inflexión. “Apenas se levantaron las restricciones, comencé a salir y poco a poco nos fuimos reencontrando con nuestros amigos, de una familia por vez. Eso me ayuda a sentirme menos sola y es bueno poder hablar con otras personas y darse cuenta de que están atravesando situaciones difíciles similares”.
Independientemente de lo que haga para mantenerse saludable, recuerde que ocuparse del cuidado personal no es una conducta egoísta, sino que es esencial. Después de todo, brindar cuidado es ayudar a los seres queridos, ¡eso lo incluye!
Sobre el autor
Kira García es escritora y vive en Brooklyn, Nueva York. Su trabajo se publicó en The New Yorker, New York Magazine y Bon Appetit, entre otras revistas. También ha creado estrategias de texto y marketing para organizaciones sin fines de lucro de servicios sociales y culturales.
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