Fe y amistad: cómo dos líderes comunitarios se unen para lograr una mejor salud

“Ella se arremangó, alquiló una camión, puso un conductor a nuestra disposición y lo llevó a tres lugares”, dice Jones, a quien llaman cariñosamente “el obispo”. “No es solo una amiga, siempre está cuando la necesitamos. Necesitamos más personas como Lisa”. 

“Manténgase saludables”

Hay mucho por hacer en lo que respecta a la salud de los residentes de Newark. Aquí, las tasas de presión sanguínea elevada, diabetes y enfermedades cardíacas crónicas son más altas que en el resto del estado. Además, según los datos del censo de EE.UU., el 23 % de los residentes no tiene seguro de salud.

“Muchas veces, tampoco tienen un médico de cuidado primario y terminan yendo a la sala de emergencias cuando tienen un problema de salud”, dice el obispo. “Si algo no les molesta en ese momento, si no es algo cercano, no van a planificar con anticipación y solicitar un seguro de salud”, explica. “Y luego, cuando se enferman, corren a la sala de emergencias”.  

Muchas de las personas que trabajan con el obispo, incluso los que luchan contra enfermedades crónicas o adicciones, necesitan apoyo más allá de un traslado a la sala de emergencias. Una de las quejas más comunes que escucha es: “Estoy cansado. Necesito ayuda, pero no tengo seguro”. “Escucho esto casi a diario”, dice. 

Por eso, no es de extrañar que el obispo considere que apoyar la salud de su comunidad es parte de su vocación. “Hay un versículo de la Biblia que dice: ‘Sobre todo, deseo que prosperes y tengas salud, así como prospera tu alma’”, explica. 

Durante años, tuvo dificultades para encontrar un recurso de confianza a quien enviar a los miembros de la comunidad. Y entonces, en la primavera de 2018, conoció a Lisa. 

Adentrarse en la comunidad

Desde el momento en que el obispo conoció a Lisa en una feria de salud comunitaria, quedó impresionado por su facilidad para tratar con las personas. También se dio cuenta rápidamente de que compartían el mismo objetivo: ayudar a los residentes a obtener acceso al cuidado de salud y a recursos para llevar una vida saludable.

Así que comenzó a invitar a Lisa a fiestas del barrio y a reuniones interreligiosas mensuales, donde ella hizo conexiones con otros miembros del clero. A su vez, esos clérigos la invitaron a hablar sobre los beneficios de Aetna Better Health of New Jersey en sus lugares de culto.  

Cuando recién llegó a Newark, Lisa dice que su amistad con el obispo la ayudó a hacer importantes avances en el área. “Estás entrando en una comunidad sin conocer a nadie. No saben qué pensar de ti”, explica. “Pero, como el obispo me acepta, otras personas están interesadas en escuchar lo que tengo para decir”.

Ayuda para mejorar la salud de una comunidad

Incluso con el apoyo del obispo, convertirse en un recurso de confianza no ocurre de la noche a la mañana. Para fortalecer su relación con la comunidad, Lisa y su equipo realizan con frecuencia eventos gratuitos en Healthcare Central para la salud y el bienestar, como donaciones mensuales de alimentos, demostraciones de cocina saludable y clases de educación para la salud. 

“No se trata solo del seguro de salud”, dice Lisa sobre los eventos. “Al final del día, esperamos que se hagan miembros de Aetna. Pero, sobre todo, queremos garantizar que tengan seguro de salud y conozcan las diferentes organizaciones que lo ofrecen. Estamos a disposición de todos los que estén interesados en aprender cómo llevar una vida más saludable”.

Tener una presencia constante en el vecindario también ayuda. Durante la crisis del agua potable contaminada, por ejemplo, Lisa se propuso asistir a las reuniones comunitarias. De esa forma, si alguien entrara en la oficina haciendo preguntas, estaría preparada para brindarle los recursos adecuados. “Es importante conocer la comunidad en la que uno está y qué afecta a los miembros para saber en qué enfocarse para ayudarlos”, dice.

El esfuerzo adicional vale la pena, ya que tanto Lisa como el obispo han sido testigos directos de cómo los residentes pueden beneficiarse del acceso al cuidado de salud. “Puedes alimentar a la gente y al día siguiente volverá a tener hambre. Pero si le das la oportunidad de recibir cuidado de salud, puede sentirse bien”, explica el obispo. “Y cuando la gente se siente bien, puede trabajar”.

“Sabes”, continúa, “siempre estoy buscando personas como Lisa, y ella, simplemente, apareció en mi vida. Doy gracias a Dios por ella”. 

Lisa sonríe. “Él, sin duda, ha sido una bendición en mi vida”, asegura.