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Los traumas son un problema de suma importancia para los miembros de Medicaid. En el cuidado basado en la información sobre traumas puede estar la respuesta.

" Por Mark Pabst

Cuando un proveedor del cuidado de la salud ve a un paciente, lo primero que le pregunta es “¿Qué le está pasando?”. Sin embargo, de acuerdo con un nuevo enfoque, la pregunta que los profesionales de la salud deberían hacer en realidad es “¿Qué le ocurrió?”. 

Se trata de un cambio simple pero poderoso: en Aetna se aconseja a los médicos que lo adopten. Promover el bienestar de una persona significa cuidar su salud física y mental. Sin duda, esto es lo que sucede cuando se trata de cuidar a quienes han sufrido un hecho traumático.

Actualmente, más de 165 millones de estadounidenses han vivido alguna forma de trauma psicológico alguna vez. Entre los ejemplos frecuentes de hechos traumáticos están las víctimas de violencia o abuso sexual y los sobrevivientes de un desastre natural. Incluso el hecho de vivir en la pobreza extrema puede tener un impacto duradero. En realidad, son más altas las probabilidades de que quienes han vivido un trauma provengan de poblaciones que dependen de programas como Medicaid. Por ejemplo, el trauma es más frecuente en personas que crecieron en un sistema de cuidado tutelar o que estuvieron en prisión. 

De acuerdo con estudios realizados, los efectos del trauma en la salud se prolongan por décadas después de que finaliza la mala experiencia y vivir con el trauma suele derivar en un estrés psicológico duradero y en la adopción de conductas poco saludables para sobrellevarlo. Quienes han sufrido un trauma seguramente tengan más necesidad de recibir servicios de cuidado de salud, como asesoramiento sobre el abuso de sustancias, tratamiento de enfermedades crónicas y apoyo para la salud mental. Sin embargo, a una persona que sufre los efectos de un trauma, a veces, puede costarle interactuar con el sistema de cuidado de salud. Por ejemplo, a partir de una visita a un obstetra o un ginecólogo, una víctima de abuso sexual puede tener recuerdos de esa experiencia. 

Como resultado, es posible que las personas que han sufrido un trauma no sigan las indicaciones de su proveedor del cuidado de la salud, como, por ejemplo, tomar los medicamentos según se les indicó. O tal vez eviten el contacto con todo el sistema de cuidado de salud. No recibir cuidado solo empeora los resultados de la salud de quienes sufrieron traumas y aumenta los costos del sistema. 

Si partimos de la perspectiva del “¿Qué le ocurrió?”, con el enfoque basado en la información sobre traumas cambia la manera en la que los proveedores ven a sus pacientes. Por ejemplo, pensemos en un paciente que tiene un dolor físico crónico a causa de un golpe fuerte que sufrió de niño. Cada vez que le describía la experiencia a un nuevo especialista en dolor, revivía el trauma. Como consecuencia, dejó de ir a sus citas médicas y hoy se lo rechaza por “incumplidor”. 

Sin embargo, con un enfoque basado en la información sobre traumas, un coordinador de cuidado debería comunicarle a cada nuevo especialista los detalles principales de los antecedentes personales y médicos del paciente. Así se evita que el paciente tenga que comunicar los detalles y revivir el hecho traumático. Con este enfoque, queda eliminada la principal dificultad que hizo que el paciente evitara ver especialistas desde el principio. 

Por esto, en Aetna, están incorporando a su cobertura de Medicaid principios de cuidado basado en la información sobre traumas. No existe un modelo estándar para identificar a los proveedores de cuidado basado en la información sobre traumas. Por ello, en Aetna se está creando uno. Esto le permitirá a la compañía saber cuáles son los profesionales de la salud que entienden de qué se trata el cuidado basado en la información sobre traumas y cuáles necesitan capacitación. Además de apoyar los esfuerzos por brindar capacitación sobre el cuidado basado en la información sobre traumas, en Aetna también se toma la iniciativa de hallar formas que incentiven a los proveedores a seguir los principios de este tipo de cuidado. Eso significa que pronto habrá más profesionales de la salud que intenten responder la pregunta “¿Qué le ocurrió?” cuando vean a sus pacientes.  

Este nuevo enfoque tiene consecuencias importantes, en especial, en estados como California, donde unos 24 millones de residentes han sufrido algún trauma psicológico. Como se muestra en el gráfico a continuación, a través del cuidado basado en la información sobre traumas aumenta la administración del cuidado adecuado, como servicios preventivos y tratamiento de salud mental, y disminuye la prestación de cuidado en entornos costosos, como la sala de emergencias y las noches de internación. Con estos resultados, el enfoque posibilita una forma más eficaz de brindar cuidado de salud y de afrontar los elevados costos asociados con el cuidado de las personas que viven con un trauma.

El problema: la mayoría de los californianos vive con un trauma psicológico 

61% de los adultos en California continúan sufriendo los efectos del trauma que experimentaron en su infancia 

 

Las tasas de traumas psicológicos entre las personas que probablemente dependen de Medi‑Cal son incluso más altas. 

90% de los niños en hogares de acogida han experimentado un trauma 

95% de las mujeres en el sistema público de salud mental reportan antecedentes de trauma 

90% de los hombres y mujeres que estuvieron anteriormente encarcelados han experimentado un trauma 

 

El trauma aumenta las conductas de alto riesgo 

2.5 veces más de probabilidades de fumar 

3 veces más de probabilidades de deprimirse 

4 veces más de probabilidades de inyectarse drogas 

15 veces más de probabilidades de intentar suicidarse 

 

Es menos probable que los pacientes con traumas sigan las indicaciones del médico. 

47% menos probabilidades de tomar los medicamentos según lo prescrito 

27% más probabilidades de perder las citas médicas programadas 

 

Los pacientes con traumas tienen más probabilidades de recibir más servicios en entornos de costos elevados. 

Los niños con traumas tienen 2.9 veces más de probabilidades de acudir a la sala de emergencias. 

Los adultos con traumas tienen 2.2 veces más de probabilidades de hospitalización y 

2.6 veces más de probabilidades de una internación más prolongada en el hospital. 

En todo el país, los traumas cuestan $671 mil millones al año en concepto de gastos de cuidado de la salud excesivos y pérdida de la productividad. 

 

La solución: el cuidado basado en la información sobre traumas

En el cuidado basado en la información sobre traumas, los proveedores se capacitan para reconocer y entender un trauma y para responder a sus efectos. Esto mejora el compromiso del paciente y la administración del cuidado adecuado. 

11 % de disminución en las visitas a la sala de emergencias 

20 veces más de probabilidades de recibir servicios de apoyo 

2 veces más de probabilidades de buscar los servicios de salud mental que necesitan 

Según investigaciones, un enfoque basado en la información sobre traumas cuesta un 34 % menos que los servicios tradicionales. 

 

Podemos mejorar la salud, reducir los costos y salvar vidas apoyando el cuidado basado en la información sobre traumas. 

El problema: la mayoría de los californianos vive con un trauma psicológico 

61% de los adultos en California continúan sufriendo los efectos del trauma que experimentaron en su infancia 

 

Las tasas de traumas psicológicos entre las personas que probablemente dependen de Medi‑Cal son incluso más altas. 

90% de los niños en hogares de acogida han experimentado un trauma 

95% de las mujeres en el sistema público de salud mental reportan antecedentes de trauma 

90% de los hombres y mujeres que estuvieron anteriormente encarcelados han experimentado un trauma 

 

El trauma aumenta las conductas de alto riesgo 

2.5 veces más de probabilidades de fumar 

3 veces más de probabilidades de deprimirse 

4 veces más de probabilidades de inyectarse drogas 

15 veces más de probabilidades de intentar suicidarse 

 

Es menos probable que los pacientes con traumas sigan las indicaciones del médico. 

47% menos probabilidades de tomar los medicamentos según lo prescrito 

27% más probabilidades de perder las citas médicas programadas 

 

Los pacientes con traumas tienen más probabilidades de recibir más servicios en entornos de costos elevados. 

Los niños con traumas tienen 2.9 veces más de probabilidades de acudir a la sala de emergencias. 

Los adultos con traumas tienen 2.2 veces más de probabilidades de hospitalización y 

2.6 veces más de probabilidades de una internación más prolongada en el hospital. 

En todo el país, los traumas cuestan $671 mil millones al año en concepto de gastos de cuidado de la salud excesivos y pérdida de la productividad. 

 

La solución: el cuidado basado en la información sobre traumas

En el cuidado basado en la información sobre traumas, los proveedores se capacitan para reconocer y entender un trauma y para responder a sus efectos. Esto mejora el compromiso del paciente y la administración del cuidado adecuado. 

11 % de disminución en las visitas a la sala de emergencias 

20 veces más de probabilidades de recibir servicios de apoyo 

2 veces más de probabilidades de buscar los servicios de salud mental que necesitan 

Según investigaciones, un enfoque basado en la información sobre traumas cuesta un 34 % menos que los servicios tradicionales. 

 

Podemos mejorar la salud, reducir los costos y salvar vidas apoyando el cuidado basado en la información sobre traumas. 

Aetna es el nombre comercial que se utiliza en los productos y servicios proporcionados por Aetna Better Health o sus filiales.

Sobre el autor

Mark Pabst ha trabajado como escritor e investigador en el campo del cuidado de salud durante casi dos décadas. Cuando no escribe sobre salud, trata de mantenerse saludable haciendo actividades como caminar, escalar y remar en los rincones más remotos de su estado natal, California. Sin embargo, a pesar de que se esfuerza al máximo, aún tiene algunos hábitos poco saludables que no puede dejar, sobre todo su debilidad por las rosquillas con jalea.

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